miércoles, 3 de enero de 2018

PSICOLOGIA DEL DEPORTE Y RENDIMIENTO

La psicología del Deporte es una ciencia relativamente nueva, que se encarga del estudio de los factores que influyen en el rendimiento deportivo, por medio de la observación y evaluación de la conducta humana.

Es muy común oír explicaciones de un equipo en términos psicológicos con frases como: “estamos concentrados”, “estamos muy bien de la cabeza”; o su contrario “nos fuimos en el segundo tiempo”,la presión fue dura”, “nos caímos con el resultado del sábado”; “necesitamos ganar para volver a motivarnos”;  etc. Sin embargo, no muchas veces se puede encontrar el porqué de cuáles fueron los motivos  que las provocaron,  volviendo a repetir en el tiempo antiguas formas de juego.
Hasta es más, cuando se le dice a un jugador “concentráte”, “prestá atención a la jugada”; ¿Es que realmente sabe de que se está hablando? ¿Qué es estar concentrado? ¿Qué es el campo atencional?
Son todas palabras muy escuchadas, pero no todos comprenden bien su significado. Hoy en día, así como se aprende y conceptualiza la táctica y la técnica, también se debe estar informado del significado teórico y práctico, de términos muy importantes a la hora de competir como atención, concertación, activación, presiones, motivación,  etc., y como implementarlos.

En una competencia suceden cosas. El jugador no sólo se enfrenta a evaluaciones físicas y sociales, sino también a presiones mentales; surge el miedo, el temor a fracasar, al resultado, perder el puesto, la autocrítica, las lesiones, evaluaciones de los demás, angustia y estrés,  situaciones que constantemente forman parte de una competencia.

Los miedos los podemos controlar, son objetos de la realidad, los podemos ver, pero las presiones no, están relacionadas a la angustia, a la incertidumbre, a lo que puede llegar a pasar. El rugby es un deporte de mucha acción, donde el jugador debe tomar decisiones rápidas y precisas, para poder ordenar la realidad en cada instante del partido, de lo contrario su análisis de juego, es de drama y caos emocional. Es ahí donde se inserta la psicología del deporte, su fin es transformar las presiones en rendimiento, por medio de técnicas y habilidades que forman parte del entrenamiento mental.

Estar mentalmente preparado, quiere decir estar prevenido para todo, donde el efecto “sorpresa” no altera el juego, ni la claridad y el orden de pensamiento. Significa jugar en un estado de calma y alerta, atendiendo sólo a lo que hay que atender, sin que ningún estímulo pueda distraerlo y sacarlo de juego. Es poder jugar el “aquí y ahora”, jugada a jugada, sin pensar en el error pasado, o en el temido resultado final.
Por otro lado, el jugador no se siente solo en la cancha, no hay uno, hay quince, donde por medio de la cohesión grupal, se crea una fuerza con un mismo objetivo, sin individualismos ni jugadores estrellas. El talento sin equipo trae complicaciones: celos, rivalidades, falta de comunicación, carencia de compromiso y actitud para llegar a la meta en común.

Importante aclarar que trabajamos en el área de la salud mental,  y no desde la psicopatología ni por medio de diagnósticos diferenciales de enfermedad.
En algunos medios, todavía existen mitos acerca del rol del psicólogo. Por un lado observamos una cierta resistencia a consultar, por el miedo social que se piense que, quien acude es “por que está loco”, o es débil, o incapaz de resolver un problema por sí mismo.
Valores contrarios al discurso del rugby basado en la fuerza, la garra y la fortaleza, pero no debemos olvidarnos, que el deportista, es un ser humano que puede sufrir bloqueos y fuertes cargas emocionales que le impiden rendir en su máximo, o acostumbrado potencial.
El jugador va construyendo su nuevo camino y no dice “esto es imposible”, sino que se pregunta “¿Qué debemos hacer para que esto sea posible?” y encontrar las respuestas para ponerlo en práctica.
Vídeo: 



Lic. Julia Alvarez Iguña
eMail: J.iguna@gmail.com | Twitter @IgunaJulia
Web: www.psico-deportes.blogspot.com

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